ALBACETE: Crónica: " DONDE HAY TOROS, HAY ALBERTO POZO" (A. Pozo)

 

 

Estamos en plena Feria de Albacete; claro la gente acude al coso Albaceteño a ver al Juli, Perera.

Ausente de esta feria uno está: es Novillero con Caballos, forma parte de los "humildes" del Escalafon, como se suele decir de manera poiticamente correcta. Pero es Figura por su toreo: soñaba con actuar ante sus paisanos, en su ciudad, en esta plaza que bien conoce por cada día "dar derechazos al viento" y colocar palos sobre un carreton.

Tengo yo mucha suerte; porque siendo francés lo ví actuar, y es mi amigo. Les cuento su historia:

 

 

En Albacete vive y sueña con toros un gran torero: Alberto Pozo Ruíz, novillero con picadores. No lleva más de unos treinta trajes, a pesar de su valentía. El número de espectáculos que toreó el año pasado para nada corresponde con su talento. Peros ya se sabe que sin apoderado, le resulta a uno casi imposible actuar; en general, se dice que los que no torean mucho, o  no tienen talento o carecen de valentía. Pero en realidad, es porque la mayoría de éstos no tiene ninguna ayuda.  Si Alberto Pozo tuvo algunas proposiciones, sólo se debe a su maestría.

 

 

Yo, de revistero y fotógrafo francés, el año pasado estuve en Orthez una placita francesa poco conocida para la aficion del otro lado de los piréneos, pero que lleva mucha fama. Plaza "Torista". Por la mañana, novillada con picador.  En el patio, vestido de verde manzana y oro se preparaba Alberto Pozo. Durante la temporada, solía ver a Vicente Soler, Fco Espada o a Borja Jiménez: cada novillada con el mismo cartel. Por eso, aquel 28 de julio en Orthez, me alegraba conocer a un novillero "nuevo". Para un aficionado resulta siempre muy atractivo descubrir a un torero. Era el caso con  A. Pozo.

Por fin, suenan clarines y timbales: su primer novillo un majo de Zaballos en el primer tercio le dió una paliza que le dejó conmocionado al suelo.

 

                 

                                      (El primer morlaco de “Zaballos” que le hirió: ¡sigue colocando los palos!)

 

 Su cuadrilla en seguida le quitó la chaquetilla; pero él, muy torero vestido ahora de camiseta rojiblanca, volvió al combate; colocó los palos con destreza y dió una faena de lucha acabando por un estoconazo hasta la bola entre los pitones.

 

(Estoconazo hasta la bola)

 Pasó por la enfermería mientras toreaban sus compañeros; así le dijo el médico: "con la nariz rota, igual en cuanto a las costillas y de la paliza que recibió, torero usted tendría que ir al hospital" ; "¡qué no! -contestó el macho-, quiero y voy a seguir."

 

(“Golpe a golpe”, valentía y gana).

 

 Con su segundo ejemplar Alberto Pozo, a pesar del dolor, y casi sin poder respirar de la sangre que le corría en la garganta, dictó la mejor definición de la palabra “pundonor”: con las costillas rotas, volvió a colocar los palos y luego con un ejemplar al que no le gustaba nada la franela, el Albaceteño nos ofreció una faena seria, cruzándose para sacarle uno tras uno los pases al novillo. De no haber pinchado, hubiera cortado una oreja merecida. Algunos días después, sí que la cortó, y a un Miura (en Carcassonne).

 

 
                                                                (El buen sabor del toreo de verdad…)

Este pedazo de torero, por desgracia, forma parte de los que suelo llamar “los Olvidados del Toreo”.

Además cuándo se estaba sacando la espina toreando unos festivales, resultó herido de gravedad cuando iba con el verdugo.

En otro día,  para otro torero la cosa no hubiera sido grave; pero lo que le pasó al torero Albaceteño resultó fatal.

Una voltereta que le le dejó "serín". Las articulaciones del tobillo y el pie roto. Se acaba la temporada para "El Pozillo".

(Plaza de Toros de Albacete)

La temporada se acaba, algunos de mala lengua dirían: "no pierde mucho". Los que hablaran de tal manera no saben lo que es la vida de un torero; las ilusiones y que se trate de temporada de 40 contratos o de 5 contratos. Esto se lo dirían Alberto Pozo a esas personas.

¿Por qué?: primero porque no son palabras de aficionado, y luego cuando el dicho torero (en este caso "El Pozillo"), lleva en el bolsillo efectivamente muy pocos contratos, aún más se fija en objetivos particulares.

 

Albacete es ciudad torera: así empezaba mi crónica. Alberto Pozo es novillero con caballos. Tiene valor, tiene arte pero hasta ahora no tuvo lo que todos los toreros necesitan para subir: esto es La Suerte, un momento idóneo y "clave".

En cuanto este restablecido (según los médicos, bastante rápido), seguirá diciendo una frase que me confesó por móvil, ya que le heché una mano para sacar contratos, y de esta relación "apoderado"-torero nació una amistad fuerte. Por supuesto, le llamaba: y una vez mientras le anunciaba que no estuviera en tal plaza pero que había oportunidad si... me cortó y de repente contestó aquella frase que nunca olvidaré, y que según pienso sería la mejor definición y la mejor manera de acabar mi crónica sobre este pedazo de torero y amigo "EL POZILLO":

 

"Donde hay toros hay Alberto Pozo".

 

    

                         

                                                                                    ¡Suerte torero!

 

  1. Antonio Machado (cantares)

Texto y fótos : Marc Vargas